La mentira se ha urdido con calculada malicia. Se ha postulado que el mundo está dividido en occidentales y orientales, capitalistas y comunistas, ricos y pobres, ateos y creyentes, sabios e ignorantes, países desarrollados y subdesarrollados... Vilmente, se han encargado de mofarse de nosotros para que jamás llegáramos a comprender que la verdadera grieta que nos pone de un lado u otro tiene una naturaleza diferente de cuantas puedan plantearse internándonos en campos tan diversos como la política, la economía, las razas o la religión. La gran brecha es tanto o más significativa. Amar u odiar a los gatos. Esa es la cuestión. Tan simple como eso. Tan importante como eso.
El tigre en la casa remueve la venda que nos impide ver el mundo tal cual es. Carl Van Vechten es el autor de este divertido y profundo tratado sobre la naturaleza felina. Plantea con asombrosa claridad asuntos tan significativos como ambiciosos. Por ejemplo, corta de raíz la extendida idea de que perros y gatos se detestan; incluso se atreve a postular que pueden convivir con naturalidad. De ese modo, no hace más que erradicar otra incomprensible condición que han abrazado hombres y mujeres: no es válido decir "no tengo gatos porque amo a los perros", o viceversa.
Copiado de Rendidos a la seducción del gato.
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