Moraleja: todo tiene precio en mercados financieros, el mundo mira la decisión brasileña y la evidente y generalizada indecisión Argentina y no creo que el pricing haya terminado aquí. Me imagino a un 2018 en donde en el relativo, Brasil luzca mucho mejor que nuestra incorregible Argentina. La agenda noruega del oficialismo frenó la compresión de spreads de nuestra curva soberana, una lástima en especial, para un país cuyo único plan parecería ser seguir endeudándose a escala, cruzando los dedos y esperando un rebote salvador a tasas chinas.
Copiado de Un espejo incómodo y el país que no podemos ser: ¿vendo Argentina y compro Brasil?, de Germán Fermo.
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