Los militares de alto rango no tienen perdón. Eran militares de escritorio. Los que se destacaron fueron los oficiales jóvenes, los suboficiales y los soldados. Con Alfredo Lamela, el camarógrafo, hacíamos una broma en nuestras recorridas, decíamos que si veíamos a alguien de un grado superior de teniente primero, teníamos que pedir un deseo porque era como encontrar un trébol de cuatro hojas. Lo triste es que después los soldados volvieron escondidos, entre gallos y medianoche. La población argentina, exitista, no los recibió como héroes. Les decían ´cagones, perdieron la guerra´.
Entrevista Kasanzew en La Nación, ¿Qué es de la vida del periodista Nicolás Kasanzew, "la cara de Malvinas"?
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