Manu empezó a ver que tenía más lesiones y quería saber qué hacer para seguir jugando unos años más. Entonces cambiamos radicalmente su alimentación. "Le quité los cereales, el gluten, la harina, los lácteos, los solanáceos como el pimiento, el tomate o la berenjena, y la pasta. Esto último fue lo que más les costó porque no quería dejarla. Tratamos que su alimentación sea de grasas buenas, del pescado, del aguacate, del coco, de la almendra, de las nueces... porque da mucha energía".
Copiado de Los secretos al descubierto de Ginóbili, el abuelo de la NBA.
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