El diseño de robots microscópicos que podrían ingresar al cuerpo humano para explorarlo, liberar medicación de forma controlada y hasta tratar el cáncer sigue avanzando. Miden entre 400 y 800 micrones, es decir que son más pequeños que la cabeza de un alfiler.
Investigadores de la Universidad Purdue, en Estados Unidos, están trabajando en el uso de estos robots magnéticos en microescala (microTUM, por sus siglas en inglés), que pueden moverse con facilidad en cualquier superficie, según publicaron en un estudio reciente.
Estos pequeños robots son planos, están hechos de un polímero y cuentan con dos extremos magnéticos que les permiten movilizarse dando pequeños tumbos, a lo largo de un campo magnético.
Se desplazan en diferentes entornos, incluso en superficies rugosas o con ondulaciones. Esto último hace pensar que podrían ser utilizados para viajar dentro del cuerpo humano, sobre todo a través de los tejidos.
Los robots pueden rotar con facilidad y hasta trepar en pendientes con una inclinación superior a 60 grados. Nada parece detener a estos pequeños.
"Uno puede imaginarse estos robots en el estómago, por ejemplo. En la resonancia magnética se usan campos magnéticos. Así que se pueden emplear esos sistemas para controlar a estos robots", analizó Cappelleri.
Según los investigadores, se podrían utilizar estos robots microscópicos para liberar medicación con mayor precisión y control.
Investigadores del Centro de Nanociencia y Tecnología de China y la Universidad Estatal de Arizona (ASU) desarrollaron nanorrobots y los probaron, con éxito, para tratar células tumorales en ratones.
Generaron un robot de ADN autónomo programado para identificar los vasos sanguíneos asociados al tumor, con el objetivo de lograr un tratamiento focalizado y no dañar las células sanas.
Los robots, cargados con trombina (una enzima), son inyectados en el torrente sanguíneo. Al llegar a los vasos que nutren al tumor, "la enzima produce una trombosis intravascular, que genera necrosis tumoral e inhibición del crecimiento del tumor", según se destaca en el estudio.
Esta prueba representa un gran avance y despierta esperanzas respecto de las futuras aplicaciones de la robótica de microescala en el tratamiento del cáncer.
La "ciencia de lo invisible" viene avanzando y hay varias pruebas de ello. En el Instituto de Tecnología de Harbin, en China, también crearon un minúsculo robot magnético que se podría desplazar dentro del cuerpo como un pequeño nadador.
Por su parte, un grupo de investigadores de la Universidad China de Hong Kong en Sha Ti magnetizó algas espirulinas para que pudieran administrar medicamentos dentro del organismo del paciente.
En el Instituto Leibniz de Investigación en Estado Sólido e Investigación de Materiales, en Alemania, se comenzó a trabajar con robots microscópicos con forma espiralada que son capaces de tomar un espermatozoide y conducirlo directamente a un óvulo para fertilizarlo.
En 2016, científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, presentaron robots hechos de hidrogel y nanopartículas magnéticas. Estos gadgets estaban pensados para hacer intervenciones quirúrgicas, suministrar fármacos y hasta para despejar arterias obstruidas.
Copiado de Los increíbles robots microscópicos que podrían curar el cuerpo desde adentro.
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