Algún día, la crítica literaria deberá incluir entre sus sistemas de medición el Indice de Bostezabilidad (IB). Es decir, mesurar el tedio que provoca una obra en el lector. En Perros salvajes , la más reciente obra del británico Ian Rankin (1960) que llega al español, el IB es cercano a cero. La novela policial, sin ser nada del otro mundo, cumple sobradamente con su misión primordial: entretiene de cabo a rabo, nos arranca de las garras del maldito ocio.
Copiado de El bueno, el feo y el malo en Escocia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario