Kicillof hace además cosas extrañas. Anuncia que baja la retención a los gastos con tarjeta y poco después se desdice. Acusa a un banco de capital extranjero de estar en una conspiración para voltear al Gobierno y luego le pide ayuda.El ministro parece haber sufrido el proceso del protagonista del cuento de Cortázar, que en París estaba obsesionado con un axolotl y terminó transformándose en él. Fue en el Club de París donde Kicillof se volvió lo que definió como "papagayo".
Jorge Oviedo en La soja y la suerte no duran para siempre.
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