"No está mal, tampoco, decir de una buena vez que a Repsol no sólo no le vamos a cobrar una indemnización por daños ecológicos, como habíamos amenazado cuando le afanamos YPF, sino que estamos dispuestos a pagarle 5000 millones de dólares; somos unos vivos bárbaros, pero nos fuimos de mambo al pensar que nos íbamos a fumar en pipa a un catalán. Poniendo estaba la gansa , dice ahora Brufau mientras le pega en la cabeza a un Kicillof arrodillado a sus pies.Digamos que hasta ahí la cosa era más o menos razonable. Pero después, no sé si aprovechando que nuestra empresaria hotelera se fue a descansar a alguna de sus propiedades en el Sur (siempre pensé que las verdaderas revoluciones las hacen los ricos), sobrevino esta ola ridícula de blanquear todo. Rossi fue el primero: dijo que el país ya es productor y distribuidor de drogas, y menos mal que le apagaron el micrófono cuando estaba por decir que somos un narco-Estado."
¡Basta con esta locura de sincerarnos! por Carlos M. Reymundo Roberts.
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