viernes, marzo 02, 2018

Reconvirtiendo la finca

Con lluvias de 300 milímetros anuales en el Valle de Uco mendocino, la bodega Atamisque se ha reconvertido desde la producción frutícola a la uva. Hoy un 80% de la superficie está ocupada por la vid que luego convierten en vino. Además tienen un proyecto piscícola de producción de truchas arcoíris que llega a los restaurantes de la zona.

"El desafío es pasar a duplicar la superficie con viñedos y aumentar la producción de la bodega, un negocio redituable no sólo por el vino, sino, además, por los caminos del vino ligados al turismo, porque una manzana no trae turistas, un vino, sí".

El responsable técnico de la Bodega, Gonzalo Squizzato, cuenta cómo ha sido este cambio de negocio que hoy plantea un esquema de 125 hectáreas de viñas, 60 de nogales, 20 de cerezas, 10 de durazno y 10 de manzanas y 8 de castañas y avellanas. Son casi 300 hectáreas puestas en producción de un establecimiento que tiene 700. La limitante es el agua.

La principal variedad es Malbec pero tienen otras. Se apunta más que nada a uvas tintas. Desde el icónico Atamisque de crianza durante 14 a 16 meses en barrica de roble francés, pasando por la línea de vinos jóvenes y frutados Serval y la línea Premium Catalpa, la Bodega Atamisque ha recibido varios reconocimientos

Copiado de Mendoza: vinos de calidad que apuestan al turismo para crecer.

No hay comentarios.: