domingo, marzo 25, 2018

Guerra comercial

La decisión del presidente de los Estados Unidos de cobrar un arancel de 25% a la importación de productos siderúrgicos y de 10% al aluminio amenaza con generar represalias por parte de los países afectados, desatando una "guerra comercial". ¿Es cierto que en esa eventualidad todos los países perderían? Si esto fuera así, ¿por qué Donald Trump se arriesgaría a que eso ocurriera? ¿Qué podría hacer un país como la Argentina si se desatara esa guerra?

Al respecto consulté al indio Virinchirpuram Krishnamoorthi Ramaswami (1929-1969), quien falleció al aspirar monóxido de carbono cuando tenía apenas 40 años. Al decir de Jagdish Natwarlal Bhagwati, Harry Gordon Johnson y Thirukodikawal Nilakanta Srinivasan, "el trágico accidente interrumpió una notable carrera, con contribuciones al análisis económico y a la formulación e implementación de la política económica de la India". Sus análisis teóricos fueron inspirados por la realidad, como el conocido trabajo que en 1963 escribió con Bhagwati, replanteando la cuestión de comercio internacional versus autarquía, en presencia de distorsiones internas, cuestión que en 1950 había abordado Gottfried Haberler. También replanteó la teoría de la protección efectiva cuando existe sustitución entre los factores de la producción.

-En el trabajo que escribió con Bhagwati, ¿afirman ustedes que el libre comercio es mejor que la autarquía solo en condiciones ideales?

-No, lo que decimos es que cuando existen distorsiones internas, como los impuestos, las regulaciones y otro tipo de intervenciones, es mejor atacar el problema en la fuente que tratar de neutralizarlo vía aranceles de importación o exportación.

-Los estudiosos de la Gran Crisis de la década de 1930 sostienen que la que podría haber sido una más se transformó en "la" crisis por la restricción monetaria y la política proteccionista aplicada por Estados Unidos. Me interesa saber lo que ocurrió con esta última.

-En 1928, un par de legisladores de Estados Unidos, Willis Chatman Hawley y Reed Smoot, propusieron aumentar las trabas a la importación de alimentos en su país. La legislación recién fue aprobaba en 1930, de manera que lo que había sido inspirado en un contexto diferente en el momento en que se aprobó generó una guerra comercial. A raíz de la iniciativa norteamericana, Canadá primero y algunos países europeos después también aumentaron sus tarifas de importación.

-Guerra comercial, entonces, quiere decir que un país eleva las trabas a su comercio internacional y los otros lo imitan, generándose una espiral descendente o, como se dice, un círculo vicioso...

-Encima de lo cual muchos países siguieron basando sus sistemas monetario y cambiario en el patrón oro. Según la autorizada opinión de Barry Julian Eichengreen, el agravamiento de la crisis que comenzó en 1929 se explica más por esto último que por la referida guerra comercial.

-La Argentina también sufrió las consecuencias.

-Como bien apuntó Raúl Prebisch, quien la vivió trabajando como funcionario de un país periférico como el suyo. En 1931 todos decían que la reactivación estaba a la vuelta de la esquina. Pero en 1932, en vez de la reactivación, en Ottawa los países que integran el Commonwealth crearon las preferencias imperiales, obligando a la Argentina a negociar, en 1933, el pacto Roca-Runciman.

-¿Es cierto que en una guerra comercial ningún país termina ganando?

-Es fácil decirlo, pero si esto fuera así, ¿por qué alguien la iniciaría?

-Buen punto...

-Claro que podría ocurrir y la historia lamentablemente abunda en casos como este, que quien toma la primera decisión piensa que los demás no van a reaccionar, o que aunque lo hagan quedará un "neto" a favor del país que adoptó la iniciativa y termina resultando un mal diagnóstico.

-¿No fue creado el GATT, desde hace algún tiempo transformado en la Organización Mundial del Comercio (OMC), precisamente para evitar esto?

-No solo eso, cabe preguntar si Estados Unidos, miembro de la OMC, aumentó las barreras a la importación de productos siderúrgicos y aluminio dentro o fuera del reglamento. Si esto último fuera cierto, la imagen de la OMC quedaría más desdibujada de lo que está actualmente.

-¿Qué podría hacer un país como la Argentina si se desatara una guerra comercial?

-Alfred Marshall recomendaba poner la cabeza fría al servicio del corazón caliente. La indignación sirve para interactuar con los familiares y los amigos, pero no para tomar decisiones. ¿En qué puede consistir la represalia de la Argentina frente al proteccionismo norteamericano? ¿En dejar de visitar Disneylandia, la ópera de San Francisco o la biblioteca pública de Nueva York?

-Pero entonces, frente a este atropello, ¿no habría nada que hacer?

-Nada no. El gobierno argentino está haciendo gestiones al respecto. Además de lo cual tiene que estar atento a las gestiones que realicen otros países para actuar en consecuencia.

-¿Deben el resto de los argentinos auxiliar a los productores locales de los bienes afectados?

-En principio no, porque forma parte del riesgo empresario.

-Don V. K., como lo conocen sus colegas, muchas gracias.

¿Qué hacer frente a una guerra comercial?, de Juan Carlos de Pablo.

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