“Y en marzo del 2018 ya empiezo a escuchar otra vez un concepto redundantemente familiar: “ahora se vienen las elecciones del 2019”, lo cual me hace suponer que observaremos nuevamente una larga secuencia de meses en donde el populismo blando intentará conservar el bastión más sagrado de todos: el enorme, densamente poblado y peronista, Conurbano bonaerense, principal beneficiario de la reforma tributaria que financia el resto del país. Veo frustradamente otra vez más, que el debate de la cosas que importan sucumbe ante las necesidades de la coyuntura y quizá la primera víctima que estamos observando pero no la única, es la desinflación que no pudo ser. El riesgo es que muchas otras cosas podrían ir deteriorándose a lo largo de los próximos años hasta llegar al más incómodo de todos los estadios: estrangulamiento externo.”
Copiado de ¿Cambio de rumbo económico?: ahora no puedo, hay elecciones en 2019.
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