El INDEC informó que los precios minoristas aumentaron 2,4% en febrero, en especial por las alzas de tarifas, y acumularon en el primer bimestre del año una suba del 4,2 por ciento. Este ritmo de aumentos es superior al del arranque de 2017, cuando en los dos primeros meses del año la inflación sumó un 3,8 por ciento.
En términos interanuales la inflación se situó en el 25,4%, cifra que también refleja una aceleración de la inflación, la más alta desde abril de 2017 (27,5%).
El economista José Luis Espert afirmó que "este año la inflación no va a cambiar sustancialmente respecto de la del año pasado, vamos a estar hablando más o menos de lo mismo". En ese aspecto describió que "la inflación va a estar lejos de la meta del Banco Central".
"El año pasado, con una meta de 12-17 por ciento, cuyo valor medio es 14,5%, la inflación fue de 25%. Por lo tanto en 2017 estuvo unos 10 puntos por encima de la media de la meta. Este año la meta es de 15% y vamos a estar entre 5 y 10 puntos por encima", agregó.
"En términos contables el incremento de los precios regulados está fuera de la inflación núcleo, pero dentro de esta incide el aumento de precios vinculados al dólar. Es evidente que la reciente suba del dólar se trasladó a precios", analizó Espert.
"La inflación general aumenta porque la cantidad de dinero está creciendo cerca de 30 por ciento. Por más que ingresen dólares al Banco Central, no tiene nada que ver. Emitir pesos para financiar al fisco, contra dólares (reservas) o contra adelantos transitorios (acumula crédito), es igualmente inflacionario", expresó.
Federico Furiase, director de EcoGo, opinó que "el Gobierno entró muy optimista con la velocidad a la que pretendía bajar la inflación y ahora claramente se está dando cuenta de que va a ser un proceso que va a demorar más tiempo, y tiene sentido porque hay ciertos obstáculos en el camino como el proceso de corrección tarifaria".
"En 2017 las tarifas subieron en promedio 38%; este año van a aportar en torno al 3,5%, con lo cual la suba de tarifas demora el proceso de desinflación porque tiene un impacto directo en el corto plazo y además se mete en la inflación núcleo"."Por otro lado, el déficit fiscal sigue bombeando los agregados monetarios porque, si bien cambió el sistema de financiamiento y buena parte del déficit se financia con deuda en dólares, después el BCRA tiene que comprar esos dólares y para eso emite pesos. Pero después tiene que esterilizar con LEBAC, con lo cual eso le pone un límite a la capacidad de bajar la tasa de interés. Además del financiamiento monetario directo por lo que es transferencia de utilidades y adelantos del Tesoro".
"Por otro lado, en el proceso de formación de precios tiene un componente inercial bastante importante y esto se ve mucho en las paritarias. Para formar precios hacia adelante se mira mucho la inflación pasada. El BCRA está tratando de mejorar eso y hoy las paritarias están un poco alineadas con las expectativas futuras, pero eso también demora el proceso de desinflación".
"En un contexto donde el tipo de cambio es más flexible que en otros períodos y cuando el dólar sube fuerte, como en los últimos meses, Argentina tiene un traslado a precios estructural, porque los alimentos de los argentinos en buena parte se exportan y porque los bienes de consumo durables tiene un alto contenido importado", recordó Furiase, a la vez que evaluó como "clave hacia adelante" que "el BCRA muestre que tiene los grados de libertad como para subir la tasa si las expectativas de inflación y la inflación núcleo no se alinean con el sendero buscado".
Copiado de Porqué el gobierno no puede frenar la inflación.
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