domingo, septiembre 23, 2018

Estado e impuestos

Una caja de puré de tomate de 520 gramos sale, en el minorista, veinticuatro pesos. De ese dinero doce pesos van a toda la cadena de producción, transporte y comercialización y doce pesos al Estado.

Bajo a detalle. Con doce pesos pagamos a las personas que siembran, desmalezan, fumigan y cosechan, al fabricante de cajones donde se guardan, al flete a la planta de elaboración. Dentro de ella a quienes descargan y procesan los tomates. Incluye hervirlos, pelarlos, convertirlos en puré y envasarlos. Se agrega el envase y la caja de cartón donde se guardan todos los packs. Todo este proceso requiere insumos, mano de obra, electricidad, gas oil. Segundo flete hasta un centro mayorista y tercer flete hasta el minorista. 

El comerciante, con su parte de los doce pesos debe pagar mano de obra, alquiler, electricidad y comisión de la tarjeta si correspondiera. Todo esto por doce pesos.

¿A dónde van los doce pesos restantes? IVA; impuesto a los Ingresos Brutos y al cheque, ambos no sólo a la venta final sino en cada una de las transacciones intermedias; tasas de seguridad e higiene; habilitaciones; impuestos adicionales sobre la tarifa eléctrica; internos al gasoil, cargas sociales de toda la cadena.
(...)
La solución es eliminar todos los impuestos sobre los alimentos y sobre el combustible. Sin embargo ningún dirigente sindical, ningún dirigente piquetero, ningún diputado de izquierda lo pide. ¿Por qué será? ¿Prefieren que la gente pague el doble los alimentos y que el Estado disponga de todo ese dinero para repartir?

Suena raro escuchar al Sr. Piumato defender los intereses de la patronal -no la de él, que somos todos nosotros ya que dirige un sindicato de empleados públicos - sino patronales ajenas y no el poder de compra de los trabajadores.

Copiado de Falacias repetidas por el Sr. Piumato.

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