No es tan difícil. El mundo pudo. Pero sin docencia nunca se va a entender y sin acuerdos políticos nunca se va a resolver, incluyendo sindicalistas y, ni hablar, empresarios.
Al fin y al cabo, ¿por qué cuando sube el dólar sube la lata de tomate? Muy fácil. El tomate es el componente nacional del producto por lo tanto tiene un costo en pesos. Pero hay dos componentes que tienen costo en dólares: el aluminio que se usa en la aleación de la lata de tomate y el amortiguador del BMW del dueño de la fábrica de latas de tomate.
¿Por qué las cosas han sido así? Por que esto es Argentina, amigo lector. Hoy tenemos una nueva oportunidad para enfrentar la realidad y terminar con esta joda.
Alguien tiene que salir a explicar que nadie tiene derecho a pedir más nada. Salvo el 30% de pobres. No es que ellos sean la prioridad. Son la única prioridad.
A los demás sólo les cabe poner. Empresarios, sindicalistas, industriales, legisladores, gobernadores, jueces, ministros, constructores, agroganaderos, empleados, profesionales, monotributistas, exportadores, importadores, banqueros, periodistas, artesanos, textiles, y funcionarios de todo tipo. Nadie más pide más nada. Todos ponen, en la medida de cada uno. Salvo el 30% al que hay que ir a rescatar.
Copiado de Inflaciones eran las de antes.
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