Otra vez mas, las tremendas circunstancias de los últimos días nos ponen en la disyuntiva de dar la espalda al actual Presidente, o perdonarle el error e intentar corregir desde acá, mucho más abajo que en diciembre 2017. Ya llegará el tiempo de analizar todo este desquicio innecesario con mayor tranquilidad y buscar responsables, pero no estamos ni cerca de que esto sea una crisis y para asegurarnos de que podamos reencauzarnos rápidamente, el presidente, Mauricio Macri, necesita de cada uno que votó cambio a pesar de esta inmensa decepción. Somos una Nación sin autodisciplina, que no puede ponerse de acuerdo en aspectos elementales muchos de ellos, alimentados por una oposición absolutamente destructiva y ante esta realidad, el mundo nos vuelve a tirar una soga y a controlarnos de que no nos patinemos la plata como siempre. Somos una vergüenza de nación que necesita ser tutoreada esta vez, por el FMI. Por lo tanto, más que tiempo de enojo, éste debería ser un momento de reflexión y vergüenza. Otra vez, el mundo nos tiene que rescatar de nuestra crónica incapacidad de autocontrolarnos y corregir nuestros dramas. El fracaso de estos días no es un fracaso del Presidente solamente, sería fácil describirlo así, por el contrario, el jueves negro dictaminó el fracaso de todos nuevamente, de cada uno de los argentinos que con nuestra permanente intolerancia impedimos cualquier intento de normalización.
Copiado de Es tiempo de apoyar a Mauricio Macri: ¿Churchill o Durán Barba?
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