"Los especuladores son odiados, denigrados, vilipendiados, la gente odia a los especuladores, el especulador es malvado y culpable de toda clase de males. Sin embargo la economía enseña que esto es injustificado: el especulador compra barato y vende caro, es decir ahorra bienes cuando estos no hacen falta y los proporciona cuando son necesarios. Así, el especulador quita volatilidad al precio dándole mayor previsibilidad y mejora el bienestar de los individuos que son aversos al riesgo. Naturalmente, esta actividad no está exenta de riesgo (absorbe el riesgo de los consumidores) y fruto de ello, el retorno de su actividad, en caso de éxito, estará por encima del retorno libre de riesgo. Por ende, el especulador lejos de ser un villano más bien es un héroe."
Copiado de Renta financiera: un nuevo disparate de la corporación política, de Javier Milei.
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