domingo, diciembre 18, 2016

Hipocresía...

Las masas y en particular los jovenes son adictos a eventos; los festivales de rock y los espectáculos deportivos constituyen un ejemplo. Una anécdota muestra fragantemente la distancia que media entre la asistencia a los actos donde habla el papa y la obediencia a sus prédicas. El jubileo del Vaticano del año 2000 convocó una muchedumbre de jóvenes llegados de distintos países. Al dia siguiente, al limpiarse el lugar donde pernoctaron los asistentes se recogieron miles de preservativos. Había sido la réplica católica del festival de Woodstock o de las fiestas electrónicas.

Del nuevo libro de Juan José Sebreli, Dios en el laberinto.

No hay comentarios.: