La expresión "disfuncionalidad colectiva" se usa en este artículo para describir uno de los síntomas que nos afectan como sociedad...
Así aprendimos a comprender que los secretarios del Ministerio de Economía no responden al ministro sino uno directamente a la Presidenta (Kicillof) y otro a Máximo Kirchner (Heyn y su reemplazante, Paula Español). También aprendimos que el propio ministro de Economía está subordinado a uno de sus secretarios: Moreno, quien es el verdadero ministro.En Todos locos, artículo de Jorge Fontevecchia.
Que algo similar sucede con el jefe de Gabinete, Abal Medina, menos relevante que un ministro como De Vido y otro secretario como Zannini. Y con el vicepresidente Boudou, porque el verdadero número dos del país es Máximo Kirchner.
Toda esta inconsistencia entre la representación y lo representado, extensible a todos los planos desde el Indec hasta el relato, contagia a los propios ciudadanos quienes, en una proporción similar a la que votó a Cristina Kirchner en octubre pasado, creen que su situación económica personal será en 2012 mejor o igual que en 2011 y sólo el 10% cree que será peor.
(...)Otra señal de disfuncionalidad colectiva fue el desenlace del enfrentamiento entre La Cámpora y el gobernador de Santa Cruz, quien tuvo que cambiar a la mayoría de su gabinete a pesar de ser recientemente reelecto. Evidentemente, como en el caso del ministro de Economía o del vicepresidente, el poder o los votos no son de él sino prestados. Demasiado de lo que es no es.
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