lunes, enero 09, 2012

Alabando al 1 %

(..) todos nosotros, el 100% de nosotros, nos beneficiamos de la riqueza de los odiados capitalistas. Nos beneficiamos sin ser capitalistas o no siendo capitalistas a gran escala. Los manifestantes están literalmente vivos gracias a la riqueza de los capitalistas a los que odian. Como acaba de indicarse, los pozos de petróleo y los oleoductos de la odiada Exxon ofrecen el combustible que da energía a los tractores y camiones que son esenciales para la producción y envío de la comida que comen los manifestantes. Los manifestantes y otros que odian el capitalismo odian los fundamentos de su propia existencia.

El beneficio de los medios de producción capitalistas a los no propietarios de medios de producción no sólo se extiende a los compradores de los productos de esos medios de producción, sino asimismo a los vendedores del trabajo que se utiliza para trabajar con ellos. La riqueza de los capitalistas, en otras palabras, es la fuente tanto de la oferta de productos que compran los no propietarios de medios de producción como de la demanda del trabajo que venden dichos no propietarios. De esto se deduce que cuanto mayor sea la riqueza y el número de capitalistas, mayores son la oferta de productos y la demanda de mano de obra y por tanto más bajos serán los precios y más altos los salarios, es decir, mayor será el nivel de vida para todos. Nada interesa más a la persona media que vivir en una sociedad que esté llena de multimillonarios capitalistas y de sus empresas, todos ocupados utilizando su enrome riqueza para producir los productos que compra y compitiendo por el trabajo que vende aquél.
En alabanza del 1% capitalista, en Instituto Mises Hispano.

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