Esto no es nuevo. Recuerden que antes del menemismo kirchnerista tuvimos diez años de menemismo menemista. Menem se hizo construir una pista en Anillaco para que aterrizara el Tango 01 y, si hacía falta, también el Air Force One.
Cuando el periodismo monopólico deschavó la pista, el gobierno salió a decir que era para los aviones que transportaban aceitunas (dijeron eso, lo juro por Dios, hay videos). Como ven, todos los gobiernos tienen un Capitanich.
Conclusión: es fundamental elegir un Presidente que tenga una casita cerca para los fines de semana. Cañuelas, el Delta, Moreno, lo que sea.
En eso, Macri, Scioli o Massa son perfectos. Stolbizer también, vive en Morón y con un par de remises andaría fenómeno. Con Randazzo en Chivilcoy, zafamos. Con Lilita, no tendríamos problemas porque los fines de semana se la pasa en la Basílica de Luján (ahora, de lunes a viernes "fasten seat belt" y agarrate Catalina).
Con el resto hay que tener cuidado. De Santa Fe para allá, ya es otro billete. Urribarri de Entre Ríos, Binner de Santa Fe, De La Sota de Córdoba, Sanz y Cobos de Mendoza. Ni te cuento Urtubey, que va a querer rajarse los fines de semana a Salta.
Son todos grandes candidatos, pero si quieren ser presidente, más vale que se alquilen una casita en un country de Pilar y no rompan las pelotas.
Empecemos por exigirles algo. Después, que esta vez sean democráticos, idóneos y honestos, lo iremos viendo más adelante.
Alejandro Borensztein en Nuevo Compañero Presidente.
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