La realidad no te da tregua y los contreras al proyecto nacional, popular y eclesiástico no dan abasto. Todavía no habían terminado de putear al gobierno por ningunear el atentado en Francia, cuando tuvieron que parar y empezar a putearlos por lo que deschavó el fiscal Nisman. O sea, no tenemos tiempo de putearlos tranquilos por una cosa, que ya tenemos que estar puteándolos por otra. ¡¡Y eso que estamos en enero!! Imagínense lo que va a ser julio.
De Las mil y una, de Sebastián Borensztein.
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