Sin duda que de seguir repitiéndonos en estar desconectados del mundo, destruir la educación, arrasar con instituciones del libre mercado, tener un Estado cada vez más grande, políticos corruptos e ignorantes, y una elite empresaria que básicamente sólo conoce el negocio del lobby, la Argentina seguirá siendo un país decadente: hoy somos mitad de tabla de 230 países en el ranking mundial de ingreso per cápita. Tenemos que cambiar nuestro objeto societario. No queda otra.
Copiado de Argentina 360.
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