Tel Aviv tiene aspecto californiano. Recostados sobre el boulevard Rotschild, su principal avenida, decenas de lujosos y modernos rascacielos laminados en vidrio coexisten con otros mucho más antiguos, en los que predomina la arquitectura Bauhaus, toda una escenografía pintoresca en la que resaltan las palmeras y la diversidad cultural. Las semejanzas entre el Silicon Valley y Tel Aviv son más amplias. Allí, es habitual, emprendedores, inversionistas, estudiantes y cazadores de oportunidades apuntalan a la denominada “Nación de startups”, un fenómeno que transformó a Israel en una potencia económica basada en la producción de alta tecnología.Por exportaciones, al país le ingresan anualmente más de US$11.636 millones de dólares, esto sin computar las inversiones y las ventas de empresas, cuyos valores no dejan de sorprender. Se estima que actualmente hay más de 4.500 startups del rubro (con menos de 3 años), la mitad de las cuales están en Tel Aviv. Así, en sólo 20 años Israel pasó de sobrevivir exportando naranjas y cítricos a ser el territorio con mayor concentración de empresas tecnológicas, capitales de riesgo y radicación de centros de investigación y desarrollo de los principales colosos del sector, entre ellos Intel, Microsoft, Apple, IBM, Google, SAP, Cisco y HP.
domingo, septiembre 28, 2014
Nos hacen falta empresas que produzcan alta tecnología...
Tal cual Israel... ¿Pero quién se va a aventurar a invertir en Argentina?
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