Pero desde hace mucho la retórica antinorteamericana ha traspasado todos los umbrales de la prudencia, imposibilitando una cooperación en ámbitos sensibles como el militar, en los que nuestros vecinos cuentan con todas las ventajas de una buena alianza. El país absorbió sanciones menores de Washington y Londres, mientras estas potencias armaban a nuestros vecinos hasta los dientes. A la vez, para consumo interno, el Gobierno se inventó una hipotética "guerra por los recursos" que, supuestamente, provendría de Estados Unidos. Destruyó la alianza extra-OTAN que delicadamente se había tejido durante los 90 y se redujeron los ejercicios militares con Estados Unidos a la vez que se coqueteó con Rusia, como en los años 80.Con estas tácticas nada se puede ganar y todo se puede perder, juez Griesa por testigo. Sobredosis crónica de confrontaciones? ¡Tantas veces usé esta frase en mis escritos de los 80!Mientras tanto, el mundo avanza y nosotros retrocedemos.
Copiado del artículo de Escudé, Sobredosis crónica de confrontación.
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