Primero, Cambiemos aplaudió y convalidó el Impuesto a la Renta Financiera, un monumento a la ingenuidad, originalmente pergeñado por el Massimo. Pero no se confundan ni por un solo instante: los personajes emblemáticos de Cambiemos aplaudieron la medida, la cual ha sido una de las tonteras más costosas que le he visto hacer a un equipo de economistas. Ha sido tan grotesco el error que con la reglamentación de ayer intentan emparchar la criatura a los efectos de que por 2018 no se pague el tributo. Lo irónico es que la baja en el precio de los bonos que precisamente originó la creación del impuesto, neutraliza el cobro del mismo. Segundo, por el 28 de diciembre del 2017 parece que a un grupo muy cercano a nuestro Presidente le sonaba que una tasa real del 5% y una tasa nominal del 30% era demasiado obstáculo para el populismo al cual el Gobierno se había comprometido intensamente con la victoria de octubre. Hasta la madre de la república opinaba de política monetaria y de lo alta que era una tasa 30%. Un año después, la economía argentina debe lidiar con tasas reales del 20% y tasas nominales que fácilmente superan el 60%. Mezclar economía con socialismo nunca funciona. El equipo económico de Cambiemos ha sido lamentable.
Copiado de La crisis del dólar y el 28D: el presidente Macri no merece ser reelecto.
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