-Entonces, fuimos a tocar la puerta del Fondo Monetario Internacional ...
-El primer tema es que si yo le agrego al déficit de cuenta corriente del año pasado los US$7500 millones que perdí por la sequía, más los intereses que debemos pagar por el endeudamiento del año pasado, ex ante, este año, el déficit hubiera sido de US$43.000 millones. Como nadie me va a prestar ese monto -en realidad, me quisieron prestar cero- el ajuste lo hizo el mercado. No lo hizo ni el Gobierno ni el Fondo. Es como con las familias: si nadie me presta para gastar de más, no puedo gastar. En ese momento, el único que apareció para prestar -pero no todo, para que no siga gastando igual- fue el Fondo, que es un acreedor que "no corre", que además presta más barato, pero que no es tonto. Y dice: yo te presto, pero debo asegurarme de que vas a corregirte a futuro; entonces, mostrame que mi préstamo es de corto plazo.
-Pero tampoco se produjo certidumbre inmediata...
-Hecho el primer programa, apareció un segundo problema, que es el pánico. La situación argentina se parece a la de un barco averiado con un doble curso de agua y al cual el carpintero fue tarde a repararlo; de golpe apareció la tormenta, que es la sequía y el problema internacional. En ese instante, hubo que ver cómo resolver el problema. Pero, como en los barcos que están por hundirse, las ratas son las primeras que salen.
-Pero entonces...
-Vamos a ser más prudentes: los inversionistas que saben que vamos a ser estafados, salen automáticamente. El mercado empezó a hacerse dos preguntas. ¿Cómo van a hacer para frenar el dólar? ¿Cómo van a hacer para asumir sus vencimientos? Entonces dijeron que se bajaba el déficit fiscal. No, no, no: lo que le importaba al mercado era saber cómo se va a proceder con la deuda. ¿Por qué? Porque somos defaulteadores seriales. Porque la gente sabe que somos capaces -y hemos tenido propuestas- de ir a reestructurar la deuda. En este contexto, no queda opción que hacer como en la película de Tom Cruise: show me the money. Entonces, hay que mostrar la plata para no usarla. Pero así y todo, no alcanzaba.
-¿Por qué?
-Porque debo demostrar que tengo para el déficit, para los vencimientos de deuda del año y del año que viene.
Copiado de Ricardo Arriazu: "La gente creía que estábamos en un ajuste salvaje y seguíamos de fiesta"
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