-¿Se subestimó el problema de la inflación ?
-Se subestimó, pero hay un problema de ideología. La Argentina es una economía dolarizada de hecho, porque la gente piensa en dólares. Los pesos de los argentinos son solamente para transacciones diarias. El 75% de los activos que tienen los argentinos está en dólares. Y eso es porque fuimos estafados. Si usted hace una operación a más de 30 días en la Argentina no sabe qué le van a devolver. Por eso empieza a utilizar una unidad de cuenta más estable: el dólar. Y usted ahorra en dólares, porque si ahorra en pesos, lo estafan.
-Y luego pega en los precios...
-Yo escribí en un libro que una devaluación exitosa en la Argentina se pasa el 90% a precios el primer año. Hay gente que me va a decir que en 2001 y 2002 fue distinto, pero se olvidan de que le pusieron impuestos a las exportaciones; entonces, la devaluación efectiva fue mucho más baja, porque muchos sectores recibían menos por los dólares. En la Argentina, en cuanto se mueve el dólar, se mueven todos los precios, y creíamos que con un control monetario puro, la cuenta corriente no importaba, porque se arreglaba solo con el tipo de cambio. Mentira. La flotación cambiaria solo lleva a no tener un corralito y a no tener escasez de dólares. Entonces, por "creer" en la flotación, nos pasó lo que nos pasó. Aclaro que el 95% de la gente en el mundo cree en la flotación; 90% de los economistas en la Argentina, también, y yo era un fanático flotador cuando era un estudiante recién recibido, hasta que volví a la Argentina y vi cómo funciona.
-¿Ahora ya no cree?
-No, para nada. La Argentina necesita un tipo de cambio estable, en términos nominales y reales. Para eso, no debemos tener déficit fiscal y manejar el gasto para evitar desequilibrios. Eso es prudente y razonable.
Copiado de Ricardo Arriazu: "La gente creía que estábamos en un ajuste salvaje y seguíamos de fiesta"
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