Ahora se entiende porque el presidente Macri no aprovechó el G20 para proponer el uso mundial del bidet y así pasar a la historia de la humanidad. Una pena. Hubiéramos tenido el apoyo de todos los países. ¿Quien se iba a negar a semejante alivio? Es obvio que no lo propuso porque él ya sabía lo que tenían planeado Larreta y su equipo de roñosos.
Ni hablar del negocio que nos perdimos. Entre China y la India tenés 2.800 millones de ñatos. ¡Sin bidet! Vendiéndoles 1 bidet cada diez habitantes, a 50 dólares la unidad (le hacemos precio por cantidad), juntábamos… ¡¡14.000 palos verdes!! O sea 530.000 millones de pesos. Con eso ya cerrabas el déficit fiscal sin necesidad de hacer ningún ajuste ni consultarle nada a Melconian.
Copiado de ¿El fin de la República? De barrabravas a bidets, de Alejandro Borensztein.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario