domingo, noviembre 06, 2011

Democracia, a veces...

Un hecho aislado no puede, necesariamente, ser confundido con una política: en todos lados hay locos sueltos. Pero una política sí puede estimular que el hecho aislado se produzca: cuando la Presidenta identifica u hostiga, con nombre y apellido a los periodistas que ella imagina como “enemigos”, puede haber uno, o diez, o cien militantes freaks dispuestos a quedar bien con la Jefa. Nadie recuerda, por ejemplo, condena alguna del Gobieno cuando militantes de las Madres de Plaza de Mayo escupieron los retratos de varios periodistas del país, acusándolos de complicidad con la dictadura.
(...)
Mientras se siga presentado al periodismo como “enemigo del pueblo, se le echará más leña al fuego. Es una democracia que a veces, desgraciadamente, parece una dictadura: la noche anterior a las piedras, 6, 7, 8 hizo otro goebbeliano informe sobre unas columnas de Martín Caparrós en El País y un comentario mío sobre Cristina en la Cadena Ser: lo titularon “Campaña Antiargentina”, del mismo modo que la dictadura tituló a las denuncias de los organismos de derechos humanos en el exterior sobre los desaparecidos.
Jorge Lanata,
Periodista.
En Tírenme,
Sobre el algunas piedras
recibidas en una charla.

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