Un ingeniero quería tener acceso a banda ancha inalámbrica en su casa. Y como las soluciones comerciales de punto a punto eran caras, decidió probar con algunas ollas chinas. Resultó de maravilla, según cuenta este ingeniero que las diseño en su tiempo libre. Luego mejoró la ollita con la ayuda de un amigo. Incluso el sistema se aplica para transmitir TV, reemplazando equipos de valor $ 20,000 por ollitas de 80.
Si es verdad, hay que darle algún premio: el hacker del año, el premio a la creatividad, ¿o no?
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