La responsabilidad del crimen recayó en quien asumió inmediatamente la gobernación de la provincia, Ricardo López Jordán. Es a él a quien el periodista y poeta José Hernández le dirige una tremenda carta que hará escuela en la desgraciada historia de la violencia argentina: "En la lucha en que usted se halla comprometido no hay sino una sola salida, un solo término, una disyuntiva forzosa: o la derrota, o un cambio general de situación en la República. Cualquier opinión contraria a esto será un error político grave, que lo detendrá a usted en su marcha, para perderlo al fin. Urquiza era el gobernador tirano de Entre Ríos, pero era más que todo el Jefe Traidor del Gran Partido Federal, y su muerte mil veces merecida es una justicia tremenda y ejemplar del partido otras tantas veces sacrificado y vendido por él. La reacción del partido debía por lo tanto iniciarse por un acto de moral pública, como era el justo castigo del Jefe Traidor. Opino pues que para no empequeñecer su movimiento debe usted tomar esa reacción como punto de mira política".
Esta carta, que la historiografía revisionista observó con simpatía y como punto de arranque de una reacción sana y revolucionaria contra la deslealtad y la traición, no sólo descalifica al poeta-gaucho sino a los historiadores de marras. Consecuencia: ante el rumbo político emprendido por Urquiza la muerte puede justificarse como una solución válida y una salida al conflicto. Quizás haya que encontrar en estos autores la raíz de la violencia criminal que nos azotó en las décadas del sesenta y del setenta del siglo XX y que continúa vigente, en las palabras al menos, gracias al aliento dado desde el poder por el Gobierno del doctor Kirchner y su esposa, y que hoy desde el llano proclaman, como se vio el 24 de marzo del corriente en la Plaza de Mayo.
El abrazo de Sarmiento con Urquiza es un buen punto de partida para una grieta que aún no cierra.
El asesinato de Urquiza: ¿el crimen que anticipó la violencia política del siglo XX en Argentina?, articulo de Claudio Chaves en Infobae.
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