Alguna vez la Justicia en Argentina también tendría que ir por todo. Le haría muy bien a la salud de la República.
Visto por ahí...
El tercer insumo es institucional: Es mucho lo que se suele poner bajo este paraguas: reglas de juego, transparencia, regulación. Prefiero concentrarme en algo menos obvio pero más urgente: la jerarquización del funcionario público y de la capacidad del Estado. Sin funcionarios capaces, con funciones, incentivos y retribución apropiados, seguiremos teniendo este Estado grande y bobo, corrompido en el sentido económico y en el organizacional: un Estado que ya no puede cumplir con sus funciones. ¿Cómo vamos a implementar un plan de infraestructura o una reforma educativa, a regular monopolios y mercados, a promover la innovación y la creación de empresas sin gente que escriba los contratos, gestione los recursos, elabore los análisis, supervise la ejecución? ¿Cómo vamos a tener un Estado ya no grande o pequeño sino presente, sin funcionarios idóneos, orgullosos de pertenecer a una élite pública? En el Estado argentino sobran las cigarras políticas dispuestas a saltar de puesto en puesto o a atrincherarse para defender la causa, pero faltan funcionarios de carrera que entiendan y empujen el paciente trabajo de hormiga del desarrollo. El próximo gobierno heredará un Estado enfermo y una de sus prioridades será curarlo.
El problema más serio que tenemos es que la oposición está muy fragmentada. Lo que nosotros tendríamos que hacer -creo yo, si fueramos inteligentes- es algo como se hizo acá en la transición chilena en la salida del régimen autoritario. Ojalá tuvieramos líderes de la calidad que tienen en Chile como Patricio Alwin o el Senador Boehringer, capaces de organizar una salida ordenada que le dió a Chile 25 años de prosperidad. Si usted quiere, yo tengo un sueño que ... el que ustedes están abandonando sería mi gran sueño. Lograr hacer lo que ustedes hicieron; organizar un sistema democrático, organizar un sistema económico eficiente, con un gran progreso institucional y con una clase política decente.
Dilma Rousseff: La presidenta de Brasil que aspira a su reelección tiene una buena relación con Cristina Kirchner . (...) En el gobierno de Rousseff creen que un segundo mandato no implicará grandes cambios con la Argentina pero sí una postura más firme en temas como el comercio. Es que para Brasilia, las trabas que impone Buenos Aires complican la balanza comercial, en los últimos años en favor de la Argentina.
Aécio Neves: "No nos podemos permitir, como ocurrió a lo largo de estos últimos dos años, por ejemplo, que la posición de Venezuela y de Argentina impida a Brasil avanzar en acuerdos con otras regiones del mundo que serían benéficos para nosotros", dijo Neves en Mato Grosso do Sul. Fuentes calificadas de la Unión Europea expresaron a LA NACION que "es muy probable que Brasil, Paraguay y Uruguay se sumen un acuerdo multipartito con la UE sin romper con el Mercosur para que luego adhieran Venezuela y la Argentina si quieren". También Neves se destaca por su cercanía con Estados Unidos y por tener ciertos reparos en la Unasur.
Tabaré Vázquez: Luego de dejar su gobierno, en 2011, Vázquez admitió públicamente que en un momento requirió ayuda de Estados Unidos para declararle una eventual guerra a la Argentina por el caso Botnia. Las relaciones entre Cristina Kirchner y el candidato del Frente Amplio no podrían ser peores: si bien comparten alguna visión común desde la centroziquierda sus miradas del mundo difieren considerablemente. No es casual que en tren de mirar el futuro de la Argentina poskirchnerista Tabaré Vázquez se haya reunido anteayer con Daniel Scioli, el candidato presidencial en quien más se siente cómodo.
Lacalle Pou: "Nos vamos a tener que fumar un año de Cristina pero como es una mujer tan desequilibrada, capaz que se peleaba con Mujica y no con nosotros", dijo Lacalle Pou hace unos meses al hacer una proyección de su eventual gobierno. Las distancias de Lacalle Pou con la Casa Rosada son tan abismales que en el caso de ganar el domingo en el Partido Nacional esperan relaciones mucho más complicadas que las que hoy protagonizan Buenos Aires y Montevideo.
De todas formas, como dijo a LA NACION José Botafogo Gonçalves, quien fuera embajador de Brasil en Buenos Aires en 2003, "gane Aécio o gane Dilma ambos van a buscar una cresciente integracion entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico porque otra vez la historia y la geografia no pueden ser ignoradas". No obstante, Botafogo fue muy pragmático en su proyección: aclaró que Brasil sufre las consecuencias de la crisis económica de Argentina y por lo tanto "la única salida es esperar que Argentina cambie su política macro-económica". O sea, que haya otro gobierno.
"Somos la traza de una gran nación, destinada a ejercer una poderosa influencia en la civilización de la América y del mundo; pero para alcanzar a realizar y completar el cuadro con la perfección de los detalles, es menester entrar con paso firme en el carril de la vida regular de un pueblo, constituido a semejanza de los que nos hemos propuesto como modelo; es decir, necesitamos paz duradera, orden estable y libertad permanente."
Lo que expresan las ideas de la Libertad es enfrentar al privilegio. Y uno de los privilegios es ser socio del Gobierno. El gobierno no está para ser socio. (...) En ese sentido las ideas de la Libertad son más revolucionarias que nunca. Son tan revolucionarias como fueron en Mayo de 1810. Por que lo que se enfrentaba era el cepo cambiario del poder español, el proteccionismo del régimen español. Esta cosa de crear curros con el gobierno viene desde hace mucho tiempo. Las ideas de la Libertad intentar hacer que no haya curros. Que todos seamos tratados por igual. Que dependamos de nuestro mérito, de nuestro esfuerzo y de nuestro talento.
Smith was a big fan of the role that capitalism, that commercial dealing, that buying and selling played in helping to civilize us. Because if I want to sell a product, I’ve got to put myself in your shoes. I’ve got to say, “What would my customer want? What would give my customer benefit and pleasure? How can I make this better for the customer?” Under capitalism, that’s what you need to be thinking of as an entrepreneur. How do I serve my customers? And, Smith argued that’s a fundamentally civilizing influence that capitalism plays. Now, our culture doesn’t see that, our culture always says, “How can I exploit my customer?” I think that’s, well — that’s not a very profitable business strategy is the irony of that. But, it makes for good movies and television shows.But, with Smith capitalism and commercial dealing and trade and exchange as a way that we care about each other — we’re forced to care about each other — through that process. Because if I don’t please you, you’ll go shop elsewhere. George Mason economist, Walter Williams, liked to say, “Here’s my relationship with my grocery. I don’t tell them when I’m coming. I don’t tell them what I want to buy and I don’t tell them how much I want of each product. But, if they don’t have it when I get there, I’m not going to show up again.” That’s capitalism. And, if you ignore your customers and say, “Oh, I’m not going to worry about them”, you’re not going to have them for very long because the world is a competitive place.
Digo a veces que no me importa si el próximo presidente es de izquierda, derecha, radical o peronista. Me importa que al verlo parado frente a otros presidentes, no me dé vergüenza. Ya no es la ideología, es la estatura.
Con El Furia no existía el cuentapropismo. Después de todo era un atributo que hoy debiera valorarse.El sistema de acumulación lubricaba con armónica brutalidad. Nadie podía comerse una aceituna que no le correspondiera, sin su consentimiento.La pasión recaudatoria existía, pero estaba centralizada. El comercio era mayorista. No para cualquiera. En el desorden de la retirada es bastante más fácil.Es precisamente la consecuencia de aquella pasión, insaciablemente inagotable, la que signa la desdichada actualidad política.Ya no sólo en el ámbito nacional, donde los antiguos excesos se mantienen relativamente controlados. A resguardo, merced a la mayoría parlamentaria. Y a la instrumentación de los jueces adictos, que padecen, según nuestras fuentes, síntomas prematuros de culposidad. Por las operaciones perceptibles, por lo que trasciende, entre los alrededores de las familias. Se trabaja sobre los hijos, los amigos, el circuito social.“¿Hasta cuándo vas a jugar tu prestigio por quienes se la llevaron?”. “Pensá en los que deben cargar con tu apellido”.La pasada pasión recaudatoria signa, también, el desplazamiento en el plano internacional. El precipitado giro hacia la esfera de Rusia y China, que se acentúa a través de los conocimientos medulares que brotan, desesperadamente, desde Estados Unidos.
Mr Neves deserves to win. He has fought a dogged campaign and proved that he can make his economic policies work. The biggest threat to social programmes is the PT’s mismanagement of the economy. With luck the endorsement of Ms Silva, a former PT member born in poverty, should bolster his case. Brazil needs growth and better government. Mr Neves is likelier to deliver these than Ms Rousseff is.
A man and woman had been married for more than 60 years. They had shared everything. They had talked about everything. They had kept no secrets from each other except that the little old woman had a shoe box in the top of her closet that she had cautioned her husband never to open or ask her about.For all of these years, he had never thought about the box, but one day the little old woman got very sick and the doctor said she would not recover.In trying to sort out their affairs, the little old man took down the shoe box and took it to his wife's bedside. She agreed that it was time that he should know what was in the box. When he opened it, he found two crocheted dolls and a stack of money totalling $95,000. He asked her about the contents.'When we were to be married,' she said, 'my grandmother told me the secret of a happy marriage was to never argue. She told me that if I ever got angry with you, I should just keep quiet and crochet a doll.' The little old man was so moved; he had to fight back tears. Only two Precious dolls were in the box. She had only been angry with him two Times in all those years of living and loving. He almost burst with Happiness.'Honey,' he said, 'that explains the doll, but what about all of this money? Where did it come from?' 'Oh,' she said, 'that's the money I made from selling the dolls.
Sería mejor que las actuales autoridades arreglaran el problema de la inflación, de la dependencia energética, del default voluntario por perder un juicio en las tres instancias posibles y después no querer cumplirlo. Sería mejor que dedicaran los esfuerzos a lograr una política de consenso que permitiera una transición ordenada del poder, conciliando posiciones con aquellos que ganen las elecciones presidenciales de 2015. Nuestro país agradecería esa decisión mucho más que la de haber puesto tanta energía en el afán de querer cambiar la historia desde 1810 para beneficiarse simbólicamente. Hasta Belgrano ha sido atacado por unos y otros. Por suerte es intocable, sobre todo en un aspecto sumamente importante: nació rico y murió pobre, quizá lo opuesto de los actuales dirigentes. La historia de Belgrano, en este aspecto, no podrá ser cambiada.
"Top US scientist Hal Lewis resigned this week from his post at the University of California at Santa Barbara. He admitted global warming climate change was nothing but a scam in his resignation letter."
Llama poderosamente la atención cómo la Argentina responde a un fracaso previo e inmediato (por ejemplo, el dólar fijo de la convertibilidad con endeudamiento externo) con algo que también ya fracasó antes en los 70 y 80 (emisión monetaria y todo tipo de controles y discrecionalidades).Es la "circularidad decadente": siempre hacemos algo fracasado, mientras que los demás países aprenden, tienen menos crisis, crecen más que nosotros en promedio, agrandando la distancia con nosotros si son más ricos o acortándola si son más pobres.
Nadie sabe cómo continuará esta saga, pues la lógica de Cristina, consistente y articulada, tiene un límite no menor: la historia. Nunca funcionó, hasta ahora, en ningún lado. El gran interrogante es si esto se hará evidente para la mayoría de la sociedad argentina antes de diciembre de 2015. Se vienen catorce meses realmente memorables.
Deseo que el Papa tenga éxito. Sin embargo, no entiendo sus ataques al libre mercado: si no tenés una economía capitalista vibrante, ¿de dónde va a salir el dinero para ayudar a los más necesitados?
La economía no es el problema de la Argentina. El país tiene recursos, tiene emprendedores, tiene trabajadores, tiene científicos. El problema es la ausencia de la regulación de la ley. Para ponerlo en palabras más simples: porque la ley (derechos sobre la propiedad, impuestos, regulaciones) es impredecible, nadie piensa a corto plazo, nadie invierte y nadie toma riesgos.
Cuando era estudiante, aprendí que había tres tipos de sistemas económicos: el capitalismo, el socialismo y la Argentina. Ahora, tenemos capitalismo y la Argentina: estamos progresando.
Yo no abogo por una medicina amarga sino por volver a la racionalidad: no manipular la moneda, negociar la deuda nacional, balancear el gasto público, respetar la propiedad privada, privatizar aquello que los empresarios puedan gestionar mejor, reenfocar al Estado a sus misiones básicas. Así, todos volverán a tener trabajo, los inversores vendrán y el crecimiento será sustentable.
Culpar a otros es, políticamente, provechoso. Quizá, también, es psicológicamente provechoso. Lamentablemente, jugar a víctimas, al final del día, te convierte en una víctima real para tu propia lástima. Debe haber alguna explicación cultural detrás de esta teoría autoderrotista de la conspiración.
Pepe Nun, politólogo lúcido al que nadie puede acusar de derechista o antidemocrático, dejó de ser secretario de Cultura de Néstor Kirchner espantado por la corrupción. Parafraseó a Atahualpa Yupanqui para decir que hoy el cristinismo es “gente que se desorienta en patota”, ya que no tienen ideología, sólo apuestan al mito, el poder y el dinero. Y por eso “un día silban al Papa y al otro día se arrodillan ante Su Santidad”, y salen a peregrinar a Luján con la camiseta de La Cámpora y el cartel “Por un mundo sin buitres”.Por lo pronto, si le pasa algo a la Argentina, ya sabemos hacia dónde mirar.
Hasta los propios kirchneristas de pura cepa tragan saliva frente a la tormenta. Cristina le entregó todo el poder a un muchacho cuyo mayor antecedente político es haber creado la agrupación universitaria Tontos pero no Tanto (TNT). Esperemos que esa sigla no sea un presagio explosivo, bromean en voz baja sus compañeros de Gabinete. A Kicillof le dicen el Cavallo del siglo XXI. Se lo dicen los enemigos de Cavallo. Habrá que prenderle una vela porque el "pendex" como lo llama su mentora, tiene en sus manos nuestro bolsillo, nuestro trabajo y nuestro insomnio. El quid de la cuestión se encuentra, como afirma Claudio Jacquelin, en que el hiperministro no está tan interesado en enderezar la cosa como en demostrar que hay doscientos años de historia económica equivocada. ¿No es fascinante sentirse parte de un experimento tan creativo?
"El mundo atribuye sus infortunios a las conspiraciones y maquinaciones de grandes malvados. Entiendo que se subestima la estupidez".
Cinco presidentes del Banco Central en 11 años indican que el problema no son los hombres sino las políticas. Tampoco este promedio de uno cada 2,2 años es excepcional en la Argentina: desde su creación, hace 79 años, el BCRA tuvo nada menos que 53 presidentes (con un promedio aún más bajo, de uno cada 1,4 años), cuando debió haber tenido sólo 13 si hubieran cumplido el mandato de seis años fijado en su Carta Orgánica. En ese extenso período histórico, con políticas económicas de distinto signo, la moneda argentina perdió 13 ceros a manos de la inflación. Si se considera que defender su valor es una función básica del Banco Central, el resultado final es desolador.
El periodista-economista Sebastián Campanario (@sebacampanario) inventó la 'sigla' BCRK para simbolizar el colapso de la independencia del Banco Central de la República Argentina. El detonante había sido la renuncia de Martín Redrado a comienzos de 2010. Pero el propio Redrado le había abierto las puertas del banco central a Néstor Kirchner en 2009 cuando éste era (supuestamente) un ciudadano común. Y la inflación ya se había disparado. Ahora, con Axel Kicillof como ministro, la máxima es: "El banco central no puede ser independiente aunque quiera" [ver]. La barbarie sigue ganando espacio. Hoy se derrumba lo poco que quedaba de otro pilar de los contrapesos institucionales: la independencia del banco central. Tenemos nuevo presidente del BRCK, ex-BCRA (*). En nuestra in-cultura política, no existe la idea de tenure en el cargo de gobernador del banco central [ver]. Espere menos menos crédito, más inflación y más inseguridad sobre la vida, la libertad y las pertenencias.
Culpar a los extranjeros por su grave situación económica es un deporte tradicional para los políticos en Buenos Aires. Sin embargo, los argentinos con el tiempo quizás se den cuenta de que el desdén que Kirchner y sus ministros populistas muestran hacia "los buitres" en última instancia está dirigido a ellos.