Gradualmente, se podrán ir reduciendo las tasas de los impuestos más injustos y distorsivos. El desarrollo del mercado de hipotecas ya está contribuyendo a que muchas familias accedan al sueño de la casa propia, y también estimula la inversión y el empleo.
Nuestro objetivo es crecer desde 2019 al 4% anual durante por lo menos dos décadas, pues así podremos duplicar nuestro ingreso por habitante y volver a ser un país desarrollado. Esto es posible. Se puede. Otros países lo lograron.
Una economía que duplica sus recursos posee más para todos. Tiene recursos para reducir la pobreza, para mejorar la educación y la salud, para pagar mejores jubilaciones y mejores salarios para todos. Queremos cumplir el sueño de que esta generación sea la primera en décadas que deja un país más próspero e igualitario a sus hijos.
Sabemos que hoy todavía el crecimiento no les ha llegado a todos por igual. Pero también sabemos que lentamente los argentinos comienzan a sentir los frutos del cambio. No sólo hemos puesto la economía a crecer nuevamente, sino que estamos bajando la inflación, que ya en junio de este año arrojó un guarismo anual que es el menor desde 2010. Y, que a través de las metas que fija el Banco Central, seguirá bajando hasta alcanzar un dígito en 2019.
Una economía que crece sostenidamente es algo que no hemos visto por muchas décadas en la Argentina. Ello cambia los incentivos de todos. Cuando la economía crece de manera sostenida -y no sólo se recupera en forma efímera- aumenta el empleo, la informalidad baja, y baja también la pobreza. En definitiva, mejora la calidad de vida de todos, pero especialmente la de los que menos tienen. Este es el objetivo de nuestro programa de gobierno: vivir mejor en un país democrático, desarrollado y equitativo.
Comienza un nuevo ciclo en Argentina, por Nicolás Dujovne.
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