"La discusión de la necesaria ley del arrepentido parece haberse convertido en la única solución posible: ahora lo que todos esperamos es que los culpables se arrepientan, en lugar de que jueces y fiscales investiguen; este “estado de confesionario” es irreal. La capacidad de investigación del aparato judicial es tan ineficiente o está tan contaminada que sólo queda que el culpable rompa en llanto golpeándose el pecho."
Técnicas de actuación, de Jorge Lanata.
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