"En el mundo de hoy nadie puede indignarse porque "todo entra dentro del juego de la competitividad", como si fuera posible una economía doméstica incomunicada, de estilo medieval. Abjurar del "mercado libre, la globalización, el crecimiento económico o el consumo" es, inequívocamente, ponerse en el camino del atraso y la pobreza. Venezuela es un cumplido ejemplo de ello entre nosotros y el derrumbe del mundo socialista mostró hasta el hartazgo los niveles de ruina y miseria a los que conduce el colectivismo."
sábado, junio 25, 2016
El mensaje anacrónico del Papa
Julio María Sanguinetti dixit.
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