(...) su heredero legal (el de Perón) confirmó que un obispo comisionado por el gobierno kirchnerista le habría ofrecido treinta millones de dólares por esas pertenencias históricas. El negocio era más o menos así: el Poder Ejecutivo le pagaría oficialmente cien millones, y él tendría que devolver en secreto setenta, que serían destinados a "hacer política". Recaudar con los efectos personales del líder amado ya es rizar el rizo, comedia negra italiana de botín, obra cumbre del esperpento y la ratería. A Soriano se le haría agua la boca.
Del artículo de Jorge Fernández Díaz, Recaudar hasta con las pilchas del General.
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