Antonio Escohotado, entrevistado en ocasión de la edición del Tomo II de su libro Los Enemigos del Comercio, dice que:
Todas las sociedades anticomerciales ensayadas han sido o son dictaduras, así como ruinosas para sus ciudadanos en términos de capacidad adquisitiva, autonomía y garantías legales. De hecho, la palabra “ciudadano” les viene ancha, porque generan súbditos indefensos ante la arbitrariedad de su respectivo mesías, un sujeto invariablemente autonombrado.
Copiado de Tarántula.
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