lunes, abril 20, 2015

Del anecdotario

Sale Borges del Departamento de Policía después de un trámite. Ya en la calle, a pocos pasos, nos enfrentamos con un hombre joven y atlético, vestido con ropa deportiva y un bolso en la mano. 
-Soy el sargento Fulano de Tal -se presentó. ¿El señor es Jorge Luis Borges?
-Bueno, creo que sí, señor -respondió Borges.
-Maestro –dijo el sargento con voz firme-, yo lo sigo en todos los reportajes que le hacen en la televisión y en las revistas. No lo he leído, pero debo confesarle que siento gran admiración por usted y quisiera besarlo. 
Borges, sorprendido, asintió con la cabeza y el sargento lo besó tiernamente en la mejilla. Cuando el otro había partido, Borges, que aún permanecía inmóvil tomado de mi brazo, me dio un golpecito con el codo y comentó: 
-¡Caramba, un mazorquero cariñoso!
Visto en Facebook

No hay comentarios.: