jueves, diciembre 26, 2013

Café noventista 2

Por último, en el país donde todo termina para el demonio, y donde se odia preventivamente mucho más de lo necesario, cuesta aceptar que el hombre -Menem- intentó pacificar, para crecer, hasta los espíritus más rebeldes.
Quiso acabar con la perpetua confrontación y creyó, acaso equivocadamente, en la reconciliación nacional.
Fue, en definitiva, un iluso. Merece perfectamente la espalda de los semejantes. La condena de los rencorosos que quieren lanzarse frontalmente a la autodestrucción del desprecio. Al saqueo de la verdad histórica.
De Jorge Asís en Café noventista con Menem

No hay comentarios.: