Los kirchneristas no son fascistas ni los camporistas montoneros. Los maestros no son vagos ni los periodistas nazis. Y después del fin de la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín, la palabra "marxista" ha quedado reducida a una mera expresión testimonial o incluso a una prestigiosa descripción académica. Por eso, salvo esta clasificación teórica tan cool (marxista), blandir cualquiera de los otros términos entraña ciertos riesgos. Algunos enemigos del kirchnerismo suelen ser tremendamente crueles e injustos con los vocablos y las hipérboles. Pero el problema se agrava cuando es la máxima figura institucional del país quien hace uso de esas armas oscuras de la lengua: nazi, antisemita, macarto. Y lo hace con nombre y apellido.Ni fascistas ni vagos ni nazis ni montoneros, artículo de Jorge Fernández Díaz en La Nación.
domingo, marzo 25, 2012
Ni fascistas ni vagos ni nazis ni montoneros
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