lunes, marzo 26, 2012

Importar oposición

Sólo hay una cosa que el secretario de Comercio Guillermo Moreno debería permitir importar libremente, sin trabas, sin cupos, sin aranceles y en pos del normal funcionamiento del país: una buena oposición.

Es evidente que la política de sustitución de importaciones, en este caso, no funcionaría. Por lo tanto, si acá no se puede fabricar una buena oposición y si la mano de obra calificada de nuestro país no puede manufacturar un stock razonable de opositores para consumo interno, no queda más remedio que traerlos de afuera. Al menos por un tiempo. Más adelante, tal vez podamos traer opo-partes y ensamblarlos en Tierra del Fuego. Pero por ahora la única solución es importarlos Ojo, tampoco hace falta una oposición de la gran flauta.

Nadie está pidiendo una oposición canadiense o suiza. Ni siquiera una importación de fuerzas opositoras alemanas, danesas o francesas. No necesitamos nada del otro mundo, con una humilde y simple oposición como la uruguaya alcanza y sobra. Al fin y al cabo, tenemos un gobierno lo suficientemente pedorro como para que cualquier oposición de morondanga lo pueda enfrentar sin problemas.
Oposición made in China, artículo de Alejandro Borensztein

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