-El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti habló esta semana de una nostalgia populista que puede volver, ¿Eso puede ocurrir?
-La Argentina es un país populista desde hace casi un siglo, tiene ciclos de mayor o menor populismo, pero es populista, si no, no sería decadente. Creo que estamos ante un populismo de buenos modales con Macri, pero es populismo al fin.
-¿Por qué?-Hay otra manera de gestionar, hay otra manera de concebir el país, pero no hay nadie hasta ahora que tenga chance de ser político y manejar los destinos. No es el fascismo repugnante del kirchnerismo. Pero mantuvo una economía muy cerrada al comercio, la economía sigue muy cerrada y de hecho hubo planes de apoyo para calzados, textiles, motos, etcétera; todas industrias que compiten con importaciones. Y además porque la otra columna vertebral que es el gasto público y el déficit siguen incólumes.
-Muchas veces desde lejos de la gestión se proponen medidas técnicamente posibles,pero políticamente inviables...
-Todo lo que yo propongo está basado en realidades. No es cuento ni ficción ni opio. Los países como Chile, Perú, Australia, Nueva Zelanda, ni hablar Japón, España; todos tuvieron su momento de miseria y todos cambiaron para bien, así que no veo por qué no hay argumento para cambiar para bien. Todos los que dicen eso justifican porque no creen en eso, creen en otra cosa.-¿Cómo? ¿En qué creen?
-Creen que la Argentina posible es ésta, del gasto público alto, del déficit fiscal, de la economía cerrada, de plata para los piqueteros, de plata para los sindicalistas. Yo no creo en esas cosas. Y hay países a los que no haciendo todas estas cosas les ha ido mucho mejor que a nosotros.-¿Qué visión tiene del sindicalismo?
-Mafia.-¿Y los empresarios?
-Prebendarios en promedio.-¿Políticos?
-Impresentables.-¿No será mucho... políticos impresentables, sindicalistas mafiosos, empresarios prebendarios?
-Bueno, por eso tenemos el país que tenemos.-¿Cómo se sale entonces?
-Hay que dar un batalla cultural muy seria. Hay que tener otro empresariado como promedio, otros políticos como promedio, y sindicalistas distintos. Esto no se soluciona con alguien iluminado que venga y diga hay que hacer otra cosa.-¿Que cambios importantes tiene que hacer la Argentina ya?
-A ver, si el Presidente quiere cambiar 180° la Argentina, ese es un partido. Y yo diría que es hora.-¿Puede hacerlo?
-Creo que debe hacerlo. Porque nuestra decadencia ya cuesta sangre. Porque la Argentina tiene hace 30 años 30% de pobreza, hay gente que se muere de hambre acá, tenemos niveles de inseguridad que no tenemos nada que envidiarle a ciudades muy inseguras del mundo, y en el tema de la droga tampoco. Todo eso causa muerte. Entonces a alguien debería ocurrírsele hacer otra cosa y no la misma estupidez que estamos haciendo desde hace 80 años.-¿Qué es lo que más valora de la gestión actual?
-La política exterior. Me parece una política muy adecuada.-¿Cuál es la falla principal?
-Bueno, seguir pensando que la Argentina puede seguir haciendo lo mismo de siempre y que a otro le fracasó.-Para cerrar, ¿cual es su referente entre los economistas?
-Milton Friedman, es el ejemplo. ¿En la Argentina querés que te diga uno? Carlos Rodríguez.
Entrevista a José Luis Espert en La Nación.
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