"El negocio de la importación de efedrina consistía en reexportarla a México, donde era comprada por los carteles mexicanos de narcotraficantes. Se calcula que fue un negocio de unos 500 millones de dólares, porque México había prohibido la importación de efedrina para limitar la fabricación de drogas sintéticas. Una persona clave de esta millonaria operación, Ibar Pérez Corradi, imputado como el ideólogo del triple crimen de General Rodríguez, está prófugo. "El Gobierno lo liberó", aseguran los investigadores judiciales. Pérez Corradi fue detenido en 2009 porque el gobierno norteamericano había pedido su extradición después de comprobar que ingresó heroína en los Estados Unidos. La Justicia argentina le inició en el acto una causa local para evitar su extradición (los argentinos no pueden ser extraditados si están siendo juzgados en su país), le fijó una módica fianza y lo envió a su casa. Pérez Corradi abrió la puerta de su casa, se subió a su auto y no se lo volvió a ver nunca más. Esto sucedió hace tres años y medio. Gobierno, policías y jueces saben que Pérez Corradi no se fue nunca del país. La complicidad de la política y de la policía se amplía también a sectores de la Justicia."
La Justicia, tras los pasos de Aníbal y Cristina, de Morales Solá.
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