La opresión es una mierda, no importa si nos pisotean con la izquierda o con la derecha.
Lejos de ser la vanguardia de la Historia, el populismo impregna la escena política con los aromas rancios de la era monárquico-feudal. En el lugar donde las revoluciones liberales y democráticas erigieron la república, el populismo entroniza a la nación; donde construyeron la independencia de poderes, restaura al monarca y al caudillo que todo lo comandan desde el Ejecutivo; donde había federalismo impone el estado unitario y su gran caja domesticadora; donde existía limitación de poderes reconstruye el viejo y querido poder absoluto; donde crecía la interdependencia de los pueblos intenta sacralizar la soberanía nacional, expresión resucitada del poder del soberano sobre el territorio y sus súbditos. Donde había Estado de Derecho, el populismo hace crecer el despotismo y la arbitrariedad, y donde se había levantado la muralla que separaba la propiedad pública de la privada, santifica la apropiación monárquica del patrimonio estatal.La trampa de la "Argentina solidaria", artículo de Fernando Iglesias.
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