domingo, septiembre 01, 2019

Marcha

Un vecino llevaba un cartel: "Los errores se pueden corregir. La inmoralidad, no". Los temas eran la institucionalidad y la transparencia, ni más ni menos. Se puede "arreglar" con los jueces, con los empresarios y con los periodistas, pero no se puede "arreglar" con la gente. Que se empodera sola en estos tiempos de rebeliones automáticas. No es difícil imaginar a algunos cristinistas que preparan diferentes indultos disimulados preguntándose el lunes mismo: ¿qué va a pasar cuando se caiga la causa de los cuadernos o vayamos liberando a los "presos políticos"? ¿Tendremos que soportar medio millón de personas en la calle? ¿Qué tan colaborativos serán entonces los jueces?

Copiado de La tentación de gobernar sobre las cenizas.

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