Imaginando un guión

Más allá de esto, son días tranquilos. A usted que le gusta el cine, le cuento que se estrenó la última de Woody Allen. Si bien arrancó con buena concurrencia, no puede ni empezar a competir con un estreno nacional que está batiendo récords: “Un correctivo para la desubicadita”. Es una comedia que cuenta la historia de un chico malo que maltrata a una chica buena, quien no se deja prepotear y lo desafía. En represalia, la castigan dejándola en la calle. Cuando todo se descubre, el chico malo pone como excusa que le habían pedido una coima. Sus amigos salen a defenderlo pero luego, cuando se deschava que lo de la coima era mentira, se dan cuenta que se ensartaron hasta la manija y reculan. Uno de ellos, el intendente Martín, en un intento desesperado por despegarse del bochorno, decide convertirse en el príncipe azul de la chica, reivindicarla, ofrecerle laburo nuevamente y ya que estamos, como necesitaba remontar una elección imposible, le pide casamiento. El feliz evento se transmite por televisión (va en vivo durante los cortes de Fútbol para Todos), pero durante la noche de bodas aparece Jésica Cirio para vengarse porque parece ser que ella era la novia anterior. En el medio del griterío, irrumpe una parejita de La Cámpora que andaba militando en el mismo telo y se arma flor de partuza hasta que por la ventana se aparece un bombero y bueno… no le voy a contar el final. Muy entretenida. Dirige Sofovich (el bombero lo hace Emilio Disi).

Copiado del Artículo Reporte para la Jefa, de Alejandro Borezstein.