No es cierto que haya inclusión, porque se ha vuelto maciza la pobreza. No es cierto que se impulse la justicia social, porque el impuesto inflacionario es sufrido con más intensidad por el que menos tiene. No es cierto que se defienda la soberanía nacional aislándonos del mundo, porque aumenta la indefensión del país. Deng nos diría que urge la seguridad jurídica para que afluyan los millones de dólares que esperan volcarse en nuestra tierra. Diría que se deje de considerar un demonio al mercado y que dejemos de ser impotentes comunistas de un rosa anémico, dubitativo y vergonzante. Y tal vez confesaría que en China todavía queda mucho por hacer, especialmente en los campos de la democracia, los derechos humanos y la equidad. Pero nos recordaría que su revolución "capitalista" sacó de la pobreza a 300 millones de chinos (equivalente a la población de los Estados Unidos) y convirtió a su país en un polo del universo.
Marcos Aguinis en Aterriza Deng en la Argentina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario