Esa gente, que suele ser honesta e incluso a veces hasta inteligente, cree que hacer política es ser columnista radial o panelista del cable. Sólo el kirchnerismo, con su monstruosa voluntad de poder, dio un paso al frente y produjo hechos políticos de gran contundencia. Decía un viejo zorro del radicalismo: hay dos clases de hombres en la política, los que la comentan y los que la hacen. La oposición está llena de comentaristas que dan muy bien en cámara.Esa turbia pero imprescindible pasión por el poder, por Jorge Fernández Díaz.
Resulta muy decepcionante para los que de verdad creemos en la necesidad de un bipartidismo que no exista un verdadero deseo irrefrenable por tomar el comando de este país. Sin ese deseo animal, no puede haber tampoco un proyecto que enamore ni un líder que lo encarne y lo explique.
viernes, abril 05, 2013
Turbia pasión
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