jueves, agosto 09, 2012

Capitalismo

Desde el mismo principio tenemos graves problemas con el término “capitalismo”. Cuando nos damos cuenta de que la palabra la acuñó su más famoso enemigo, Karl Marx, no resulta sorprendente que un analista neutral o pro-“capitalista” pueda encontrar impreciso el término. Pues capitalismo tiende a ser un cajón de sastre una concepto baúl que los marxistas aplican prácticamente cualquier sociedad del globo, con la excepción de unos pocos posibles países “feudalistas” y las naciones comunistas (aunque, por supuesto, los chinos consideran a Yugoslavia y Rusia como “capitalistas”, mientras que muchos trotskistas  incluirían también a China). Los marxistas, por ejemplo, consideran a la India un país “capitalista”, pero la India atormentada por una red vasta y monstruosa de restricciones, castas, regulaciones estatales y privilegios monopolísticos está tan lejos del libre mercado como pueda imaginarse.

Si vamos a mantener el término “capitalismo”, debemos distinguir entre “capitalismo de libre mercado” por un lado y “capitalismo de estado” por otro. Los dos son tan diferentes como la noche y el día en su naturaleza y consecuencias.

El capitalismo de libre mercado es una red de intercambios libres y voluntarios en la que los productores trabajan, fabrican e intercambian sus productos por los productos de otros a través de precios voluntariamente acordados. El capitalismo de estado consiste en uno o más grupos haciendo uso del aparato coercitivo del gobierno (el Estado) para acumular capital para sí expropiando la producción de otros mediante la fuerza y la violencia.
Del Artículo Capitalismo frente a estatismo, de Murray Rothbard.

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