martes, marzo 09, 2010

Argentina = falta de confianza


Si conseguimos tener confianza, ¿alguna vez seremos la envidia del mundo? Al menos eso es lo que dice The Argentine Post. Empecemos con un ejemplo de otro medio, como Newsweek:

En la revista Newsweek hay un artículo sobre "El Secreto de tus Ojos". El artículo empieza con este párrafo:
In director Juan José Campanella's 2001 film, El Hijo de la Novia (Son of the Bride), Ricardo Darín's character, a short-tempered restaurateur, bluntly tells his actor friend during a heated discussion: "I don't watch Argentine films!" The line draws knowing laughter from Argentines, most of whom don't watch their compatriots' movies, either. This inherent distrust in their own cultural offerings is a topic of constant analysis in Freud-obsessed Buenos Aires, and when Campanella wrote it he knew it would sting. "In Argentina, a Hollywood movie is innocent until proven guilty. An Argentine movie is the other way around," says Campanella, 50. "I have to work really hard to break down that barrier."
En la película de 2001 del director Juan José Campanella, El Hijo de la Novia, el personaje de Ricardo Darín, un restaurador de mal genio, sin rodeos le dice a su amigo el actor durante una acalorada discusión: "No veo películas argentinas!" La frase sacó risas de los argentinos, la mayoría de los cuales tampoco ven películas argentinas. Esta desconfianza inherente a su propia oferta cultural es un tema de constante análisis en el obsesionado Buenos Aires, y Campanella cuando la escribió sabía que iba a sacar risas de la audiencia. "En la Argentina, una película de Hollywood es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. Una película argentina es al revés", dice Campanella, 50. "Tengo que trabajar muy duro para romper esa barrera."

Ahora sí, veamos lo que dice The Argentine Post. Allí, bajo la entrada Trust, Friendship & Development In Argentina se leen los siguientes párrafos.
Argentina, like Winston Churchill once said of Russia, is “a riddle, wrapped in a mystery, inside an enigma.
Argentina, como Winston Churchill dijo una vez de Rusia, es "un enigma envuelto en un misterio, dentro de un enigma.
Clearly, something went wrong. What?

Economists will talk about external shocks (declining commodity prices after WWI and the Marshall Plan, the Tequila Crisis, etc.), populist policies, badly-designed economic plans, war, and overly powerful unions and political instability, among other things. Political scientists point to an excessive concentration of power in the executive branch, a relatively docile Congress, an overabundance of political parties, corruption, and a lack of federalism.

But the answer may have another component and its nature is more psychological than political or economic: trust. Or rather, the lack of it.

“Our distrust is very expensive.” — Ralph Waldo Emerson

Trust lies at the heart of all healthy and productive relationships. Friendships are built on it; marriages crash on the disappearance of it; communities are organized around it; politicians, pastors and professors plummet from popularity when they become unworthy of it.

Francis Fukuyama, in his book Trust: The Social Virtues and The Creation of Prosperity, highlighted the importance of trust in the economic, political and social evolution of nations:

“Law, contract, and economic rationality provide a necessary but not sufficient basis for the stability and prosperity of postindustrial societies,” wrote Fukuyama. “They must (also) be leavened with reciprocity, moral obligation, duty toward community, and trust, which are based in habit rather than rational calculation. The latter are not anachronisms in a modern society but rather the sine qua non of the latter’s success.”

“This is true,” Fukuyama said, “in the economy as well as in the society more broadly.”
Evidentemente, algo salió mal. ¿Qué?

Los economistas hablan de los shocks externos (baja de precios de los productos básicos después de la Primera Guerra Mundial y el Plan Marshall, la crisis del Tequila, etc), las políticas populistas, los planes económicos mal diseñados, la guerra, y los poderosos  sindicatos y la inestabilidad política, entre otras cosas. Los politólogos apuntan a una concentración excesiva de poder en el Ejecutivo, un Congreso relativamente dócil, un exceso de partidos políticos, corrupción y la falta de federalismo.

Pero la respuesta puede tener otro componente y su naturaleza es más psicológico que política o económica: la confianza. O, mejor dicho, la falta de ella.

"Nuestra desconfianza resulta muy cara." - Ralph Waldo Emerson

La confianza está en el corazón de todas las relaciones sanas y productivas. Las amistades se basan en ella, los matrimonios se rompen sin ella, las comunidades se organizan alrededor de la confianza de ella, la popularidad de políticos, pastores y profesores caen en picada cuando se convierten en indigno de ella.

Francis Fukuyama, en su libro "Confianza: las virtudes sociales y la creación de prosperidad, destacó la importancia de la confianza en la evolución económica, política y social de las naciones:

"La ley, el contrato, y la racionalidad económica constituyen una base necesaria pero no suficiente para la estabilidad y la prosperidad de las sociedades postindustriales", escribió Fukuyama. "Además tienen que potenciarse con la reciprocidad, la obligación moral, el deber hacia la comunidad, y la confianza, que se basan en el hábito y no del cálculo racional. Estos últimos no son anacronismos en una sociedad moderna, sino más bien la condición sine qua non del éxito de este último."

"Esto es cierto", Fukuyama dijo, "en la economía, así como en la sociedad en general."

Conclusion: It’s hard to know precisely where all of this distrust comes from and what needs to be done to rebuild trust in government institutions, in public life in general, and among individual Argentines in particular.
A brief look at history, a cursorial overview of academic research, and a few personal anecdotes are insufficient to offer a fully satisfactory explanation. But accepting the status quo has done nothing but stifle progress, impede development, and prevent Argentina from achieving its enormous potential.
It’s important to ask why this is the case. It’s even more important to figure out how trust can be become a pillar of public and private life. It’s important to ensure that trust becomes “the predominant sentiment in Argentine society.” When that happens, Argentina will no longer be a “riddle, wrapped in a mystery, inside an enigma.” It will be the envy of the world, a country of boundless possibility that has, finally, fulfilled its potential.
Conclusión: Es difícil saber con precisión de donde proviene todo esto de la desconfianza. Es difícil también saber que hay que hacer para reconstruir la confianza en las instituciones gubernamentales, en la vida pública en general, y entre los argentinos. Una breve mirada a la historia, una revisión de la investigación académica, y algunas anécdotas personales son insuficientes para ofrecer una explicación plenamente satisfactoria. Pero aceptar el statu quo no ha hecho sino frenar el progreso, obstaculizar el desarrollo, y prevenir la Argentina de lograr su enorme potencial. Es importante preguntarse por qué esto es así. Es aún más importante averiguar cómo la confianza puede convertirse en un pilar de la vida pública y privada. Es importante asegurarse de que la confianza se convierta en "el sentimiento predominante en la sociedad argentina". Cuando esto suceda, la Argentina ya no será un "enigma envuelto en un misterio dentro de un enigma." Va a ser la envidia del mundo, un país de la posibilidades ilimitadas que, finalmente, cumplirá con su potencial.

La pregunta ahora es, ¿cómo se reconstruye la confianza?

Fuentes: 
Uncovering the secret, artículo en Newsweek.
Trust, Friendship & Development In Argentina, artículo en The Argentine Post.Los comentarios de los lectores de este artículo también son muy interesantes. La imagen es de Flickr.

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